Bajo la ola. Katsushika Hokusai.

 

 ¿Te gusta la imagen en la que la ola está a punto de romper sobre la embarcación? Sí, a todo el mundo le encanta. Sin embargo, me juego lo que quieras a que no sabes quien es el autor. Adivina. No, no es Hiroshige, definitivamente no. ¿Quieres probar de nuevo? Bien, te lo voy a decir: es mi abuelo.

Cuando digo que mi abuelo es uno de los artistas más famosos de Japón, la gente se pregunta si han escuchado hablar de él. ¡Y eso es difícil! Se ha cambiado de nombre más de veinte veces. ¿Ves? En un lateral de la imagen indica: "De Hokusai, que cambió su nombre a Iitsu".

Seguro que has oído hablar de Katsushika Hokusai. Por supuesto. Puede parecer una locura, pero mi abuelo cree que, ya que el trabajo de un artista cambia conforme se va haciendo mayor, su nombre también debería hacerlo. Me contó que tenía cinco años cuando empezó a dibujar y que no hizo ninguna pintura realmente buena ¡Hasta que cumplió los setenta! ¿Lo puedes creer? "Cuando tenga ciento diez años, ¡cada una de las líneas que dibuje estará viva!", afirma. Nosotros le decimos: "Si todavía estás vivo...entonces hasta tus pincelesnecesitarán bastones.

A Hokusai le encanta reir, pero hay algunas cosas sobre las que se muestra tremendamente serio. Está obsesionado con el monte Fuji. Admito que debe de ser la montaña más hermosa del mundo. Es como si lo hubiera imaginado un artista, con sus caras curvadas y cubierto de nieve.

El abuelo no puede dejar de dibujarlo y pintarlo. Esta pintura de la gran ola, con el Fuji al fondo, fue la primera de sus "Treinta y seis vistas del monte Fuji". Ahora acaba de empezar ¡"Cien vistas del monte Fuji"!.

 

La gran ola de Kanagawa es mi preferida de todas sus pinturas. Yo estaba con él cuando llevó la pintura a un taller para hacer un grabado. Allí estaba el horishi, quien talla los bloques, con un hermoso bloque de madera de cerezo suave y listo para su uso. Pegó la pintura sobre él. Entonces, empezó a tallar, siguiendo las líneas de la pintura de mi abuelo.

Talló incluso las líneas más finas y delicadas. Era necesario tallar un bloque para cada uno de los colores de la imagen: azul oscuro, azul más claro, marrón e incluso el suave gris del cielo nublado.

Un poco más adelante volví a acompañar al abuelo, en esta ocación para observar al surishi encargado de la impresión. Él aplicó tinta de color sobre los bloques de madera. Puso una hoja de papel sobre cada bloque, uno cada vez, y los frotó con fuerza de manera que la tinta penetrara. El abuelo observaba con atenión. Un pequeño error y ¡estropearía el grabado!

El surishi realizó muchas impresiones de La gran ola de Kanagawa, y todas se vendieron. El color azul oscuro era algo nuevo. Se denomina "azul de Prusia". Puedes comprarlo directamente a los comerciantes neerlandeses en Nagasaki. Quizá fue el hecho de hablar con estos comerciantes lo que hizo que el abuelo se planteara salir a alta mar. Yo tengo una pequeña embarcación pesquera propia, de modo que sé lo que se siente.

Las embarcaciones en La gran ola llevan las capturas de los pescadores al mercado de la ciudad de Edo con la mayor rapidez que les es posible. Lo hacen a diario. Sin embargo, en alta mar resulta  muy sencillo tener dificultades. Debes vigilar las olas y asegurarte de no estar debajo de una cuando rompe. A mí me ocurrió en una ocación. Caí por la borda y el agua me sumergió a una enorme profundidad. Mis pulmones estaban a punto de estallar. "Si intento respirar, me ahogaré", pensé. Y, de alguna manera, en el último momento, me encontré de vuelta en la superficie.

¿Qué si no me gustaría olvidar esa experiencia? De alguna manera, sí. Pero sigo amando el mar.

Me encanta contemplar cómo rompen las olas. Y en esta imagen mi abuelo ha conseguido captar el momento exacto. Resulta aterrador, emocionante y hermoso. Siento como si yo mismo estuviera en el agua, mirando frente a frente la gran ola.

Si tiene interés, te puedo mostrar más obras de mi abuelo. Tengo estos libros que ha hecho para enseñar a la gente a dibujar. Mira, utiliza las mismas figuras y las dibuja en diferentes poses. Las denomina Manga. Y aquí tenemos otro grabado del monte Fuji, y otro, Fuji nevado. ¿Es un hombre rico? Desafortunadamente, no. Los gustos de las personas, en cuanto al arte, varían enormemente, como los nombres de los artistas, ¿eh? Ahora las personas compran los grabados de Hiroshige. Yo también tengo algunos.

Siéntate. ¿Quieres compartir una copa de sake comigo? Te presentaré al abuelo un día de estos. Aquí hay una tostada para él. Una tostada para...no, Iitsu no me acaba de convencer. Para Hokusai. ¡Larga vida para él!